08 Dec
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Quien esté familiarizado con la obra artística de Vivian Mayer, Joan Colom o Cartier-Bressom no podría creer, de no conocerlo, la dimensión de lo hecho por José La Vía. Quien conozca por trascendencia mediática la trayectoria poética de un Juanele Ortiz o de un Alejandro Schmidt, no saldría de su asombro al leer a Antonio Esteban Agüero. Y al conocer la invalorable y tan lejana empresa de los hermanos Grimm, resulta increíble la solidez del trabajo local de Berta Vidal de Battini. 

San Luis es así: un sueño secreto de inconformistas. 

Este posteo trata, justamente, sobre un trabajo final hecho en Tercer Año, en Lengua, basado en la lectura de leyendas recopiladas por Berta Vidal de Battini y que tuvo como corolario la escritura de cuentos de terror y la fabricación de fanzines. Tiene una estructura de 3 clases con una instancia domiciliaria, y es el trabajo final anual del curso, que tuvo como canon literario distintivo al género del terror.


Clase 1 – La balsa, de Stephen King


La apertura de este trabajo final se dio con la escucha de la narración del cuento La balsa, de Stephen King, hecha por Alberto Laiseca. Es uno de los inolvidables capítulos de su serie de I-Sat, de acceso libre en YouTube:



El objetivo de empezar de esta manera es, además de disfrutar de una historia de Stephen King, además de disfrutar de la puesta en escena de Lai, utilizar el factor del contexto actual de este cuento. Esta será una de las variables que entrarán en juego a la hora de la composición del cuento de terror que hará cada estudiante. 

Al tener como espacio de desarrollo de acontecimientos un lago (similar a muchas leyendas recopiladas por Berta Vidal de Battini), esto hará sencillo el extrapolamiento de la historia leída a la historia a crear. 

Las actividades son estas:


Clase 2 – Lectura de leyendas de Berta Vidal de Battini



La obra recopilatoria Leyendas, es de libre acceso digital en San Luis (a través de https://biblioteca.culturasanluis.com/libro/leyendas/) y se puede conseguir una hermosa versión en físico en San Luis Libro

Lo que hizo la autora fue recoger de San Luis y Cuyo leyendas contadas por la población local y registrarla en un lenguaje lo más fiel posible, es decir con modismos y habla rural, lo que la vuelve más rica. 

La tarea encomendada a los estudiantes, ahora, es leer esta obra y elegir alguna leyenda y responder las consignas. Y así como en la clase anterior fue importante el factor contexto actual, aquí lo importante es el factor contexto antiguo.


Clase 3 – El trabajo final


Con estas lecturas y con estos elementos se define, por fin, el trabajo final: se debe crear un cuento de terror tomando el elemento fantástico de la leyenda seleccionada, pero cambiando de contexto antiguo a contexto moderno. Es decir, en el mismo espacio, debe suceder algo fantástico, como lo que se plantea inicialmente, pero con situaciones típicamente actuales. 

Y este trabajo debe ser presentado como un fanzine.


(Paréntesis sobre los fanzines: 


Sobre cómo explicar cómo hacer un fanzine, elijo el camino más fácil: poner en una mesa en el medio de la clase todos los fanzines que tengo. Allí, los estudiantes pueden comprobar que puede tener más imágenes, menos imágenes, tamaño grande, tamaño pequeño, ser más austero, ser más delicado, etc. 

Lo que quiero decir con esto es que es evidente que ser profesor es, al mismo tiempo, lo mismo que ser buscador, investigador, etc., y no se puede no estar al corriente con lo que sucede en ámbitos de creación. Lo que tiene una grandísima ventaja: estos ámbitos creativos, lo nuevo, lo que se está haciendo, lo que se hizo, etc., son fuentes de ideas para implementar en la clase de lengua y literatura.) 

Dicho esto, ahora, la mejor parte. Los fanzines (estos shorts se pueden ver en el canal www.youtube.com/@pequenabanderatv):


https://youtube.com/shorts/jcFUONqVvUg?si=zmgEuhNj9QQydmbC


https://youtube.com/shorts/fO6w8JnnYhM?si=bWH9uKatjMlbd-yl


https://youtube.com/shorts/wlAqtahruuI?si=b3rrhM8oTP7kup9g


https://youtube.com/shorts/wUUrMaiUONU?si=TADt2aARUTgsab2I


Una última aclaración


Este despacho se prepara para subir al mismo tiempo que otro acerca de un trabajo final de fanzines de Cuarto Año, titulado Un mensaje en una botella. Sobre ambos se deja constancia de lo mismo: los “teóricos” del sistema educativo imperante en nuestro país (lo que llamaríamos el sistema de educación inclusiva) sostienen que si un estudiante no responde en clase lo que sucede es, simplemente, que está aburrido. Por ende, el profesor y/o la materia son aburridos. Lo que debería hacer entonces la escuela y los profesores y las materias (que no tienen permitido exigir al máximo, ni llevar lo más adelante posible las potencialidades de los estudiantes) es tratar de ser superdivertidos y requetecopados. Los trabajos compartidos desde esta humilde web son pertinentes, no divertidos, y lo que se sostiene desde aquí es exactamente lo contrario: si en el marco de un sistema educativo que no tiene como opción la exigencia máxima, se logran trabajos con tanta calidad esto significa que en un sistema educativo que tuviera como objetivo ser los mejores y que tenga como método la exigencia, para los estudiantes (es decir para el futuro) no habría techo. 

Hasta un próximo posteo.


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