21 Jun
21Jun

El tema del objeto libro como un instrumento portador de magia es archiconocido en literatura y en el arte en general. Los adolescentes y jóvenes pueden haber arribado a una versión en Harry Potter, en Death Note, y muchos más. 

Es también el tema de El libro de arena, el cuento de esta clase, pero de un modo singular: como en tantas otras historias de Borges (lo mismo sucede en Funes el memorioso o en El disco, incluso en El inmortal), el prodigio con el que se encuentra un personaje termina siendo una carga insoportable. 

(El cuento puede leerse aquí: https://ciudadseva.com/texto/el-libro-de-arena/

En esta clase, que es de taller literario puro, usamos este cuento como punto de partida para escribir un nuevo relato, que tendrá un objeto libro con un superpoder diferente. 

Iniciamos (ya lo dijimos, siempre es el mejor de los comienzos) por la lectura. A ésta le sigue una puesta en común: una buena oportunidad para contarles a los estudiantes algunas coincidencias entre el personaje del cuento y el mismo Borges. 

Luego procedemos a extraer alguna información del cuento: en qué espacio se desarrolla el encuentro entre los dos personajes, cuál es el aspecto de uno y otro, cuál es el aspecto del libro en cuestión y cuál es su poder o su característica sobrenatural; también anotamos cuál fue la historia que cuenta el vendedor sobre cómo y dónde obtuvo el libro, y por último la reacción del comprador en un principio y al final. 

Esta información se anota en un cuadro, en la columna central, como te muestro en este slide con las actividades completas de la clase.


Luego de ello, al igual que en el taller literario hecho con El otro (ver sección Escritura Creativa) se completa la tercera columna como una especie de planificación de un cuento a escribir: allí, antes de empezar a redactar, se piensan todos los aspectos mencionados. 

Recordemos que cambian los personajes, cambia el poder del libro, pero se pueden usar elementos estructurales como apoyos para el nuevo relato. No es el caso del trabajo que comparto en el siguiente slide, en el que Karem, de segundo año, lo reescribió de forma libre y, por cierto, brillante. (Este relato fue incluido en el número 4 de nuestra revista escolar Pequeña Bandera, del año 2019; ver sección Pequeña Bandera.)


Comparto, también, la ficha técnica de la clase:


Borges, como ya se ha dicho y se seguirá diciendo desde estas columnas, es de los autores que más alegrías y más fructíferos trabajos puede generar en la clase de lengua. Sin mencionar, claro, las alegrías que dan sus infinitas relecturas. 

Hasta la próxima.

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